
Poco se habla de lo que mola trabajar con una marca que tiene brand lovers, pero de verdad.
De los que se tatúan el logo, te mandan MDs para declararte amor eterno, te piden que intercedas en sus discusiones de pareja y también ruegan en comentarios “que le suban el sueldo al CM” (que curiosamente era yo, guiño guiño).
Así era trabajar para Yatekomo: una marca joker, con un tono bien fresco y libertad creativa para hacer contenido que conectara con la Gen Z sin sonar a señor Burns con gorra.
En 2022 recuperamos su presencia digital después de más de un año de silencio en redes. Durante dos años llevé la creación de contenido y el community management de Instagram y TikTok. Montamos un plan de contenidos vivo, que se revisaba constantemente según tendencias, algoritmos e inputs de la comunidad. Convertimos el UGC en contenido propio, viralizamos recetas hechas con animaciones y le dimos voz a todo el mundo: haters, lovers y gente que solo quería saber cómo podía hacer un huevo poché (sí, se lo expliqué).